Diálogo con Victoria Pena, directora de “Delia” (Uruguay-Argentina, 2021)

¿Podés presentar con tus palabras tu película?  

La película fue y es un detenerme a mirar a una mujer que tuve frente a mis ojos desde niña, pero sin embargo, me había resultado invisible lo que había tenido que pasar en su vida. En los miedos y las alegrías que Delia tiene desde sus 30 años y hasta ahora que tiene 79, me puedo ver yo también. Porque encontrarnos haciendo esta película me significó volver a mirar a las mujeres con las que comparto la vida.

 ¿Cuál fue el germen de la película, de dónde surgió tu motivación? 

A finales del 2014, nos tocó pasar con Santiago varias tarde/noches juntes. Con Santi somos muy amigues desde la infancia, pero quizás nunca habíamos pasado tantas horas de corrido, mano a mano sin que nada nos haga salir de una habitación. Empezamos a hablar de su historia familiar, cómo se sentía siendo el hijo que Delia y Jorge tuvieron después de que volviera a casa luego de 11 años preso por la dictadura militar. Me contó de sus hermanos y de su mamá.

Con el pasó de los días fui cayendo en cuenta que crecí imaginando lo que Jorge había tenido que pasar, la tortura y el encierro. Pero no sabía casi nada de lo que habían vivido fuera, y sobre todo me di cuenta que nunca me había preguntado sobre lo que le tocó vivir a Delia.

Le conté a Euge, amiga y productora de la película, todo esto que venía pensando, hablamos durante horas sobre lo que nos imaginábamos que habrían tenido que pasar las mujeres como Delia. Ella también sentía que había una historia para contar allí, y juntas comenzamos este camino.

 ¿Qué momentos fueron claves para el desarrollo de la película?

El origen de la historia fue ese sentimiento, sabía que quería hacer una película sobre lo que pasaron como familia afuera de la cárcel, pero aún no sabía cómo. Empecé a hablar con la familia sobre esta idea, y en seguida me contaron que habían guardado todo lo que se escribían con Jorge durante estos años. Tener esas cartas, saber muchas cosas a través de su lectura fue el punto de partida, encontrar ese dispositivo de leer juntos fue vital al comienzo.

Luego Delia me da algo más, sus cuadernos, lo que ella escribía para ella pero que no se había animado a mostrar a nadie. Esto cambió el rumbo de la película. Lo que encontré allí hizo que fuera cada vez más sobre ella. Los tiempos de dictadura fueron el puntapié para hablar sobre algo más, ¿qué pasó después? Cuando la libertad parecía que llegaba para todes.

 ¿Podés contarnos algo sobre tus nuevos proyectos?

En estos tiempos me encuentro con ganas de seguir desarrollándome como directora de fotografía para proyectos de otras personas más que comenzar a escribir uno propio. Disfruto mucho de filmar documental, el tiempo de rodaje en contacto con historias nuevas. 

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