Diálogo con Luciana Kaplan, directora de “La Vocera” (México, 2020)

¿Podés presentar con tus palabras tu película?  

La Vocera es un documental que narra la historia de la primera mujer indígena  a postularse como candidata independiente para la presidencia de México: Marichuy. A través de su caminar por diversas comunidades de todo el país, va tejiendo colectividad,  diálogo y organización, convirtiéndose en una verdadera inspiración en especial para las mujeres  y comunidades que luchan y se organizan. Es también el retrato de un país azotado por el despojo de tierras, el racismo, la corrupción y la indolencia de las clases más privilegiadas. Ante los enormes retos que Marichuy y el Congreso Nacional Indígena atraviesan, la respuesta es la lucha organizada, el llamado a la autonomía y sobre todo el llamado a la acción.

¿Cuál fue el germen de la película, de dónde surgió tu motivación? 

Me pareció que era indispensable retratar el proceso histórico de la primera candidata indígena del país, además que prometía ser un vehículo muy interesante para adentrarse a los retos y  luchas de las comunidades indígenas en México. La visión y propuestas del Congreso Nacional Indígena, con Marichuy como vocera, son una bocanada de aire fresco ante la inminente crisis política, social y ambiental que vive el planeta en estos momentos.

 ¿Qué momentos fueron claves para el desarrollo de la película?  

Creo que fue una película que se fue desarrollando en el camino, junto con el caminar de Marichuy y el CNI. A través del  encuentro con diversas comunidades de norte a sur, pude ser testigo de otra manera de hacer política, de organizarse y traer a la mesa temas que ningún otro candidato enunciaba. Fue ante todo un proceso de aprendizaje y esperanza. Entender y presenciar el enorme descontento que existe en todo el país hacia los modelos caducos de desarrollo pero también descubrir la gran cantidad de grupos y colectivos organizados que buscan vivir de otra manera.

¿Podés contarnos algo sobre tus nuevos proyectos?

En estos momentos me encuentro desarrollando dos proyectos documentales. Uno titulado ¨Tratado de Invisibilidad¨ una reflexión sobre las mujeres que limpian los espacios públicos en la Ciudad de México y que pasan desapercibidas ante la mirada de la mayoría. Es una historia construida mayoritariamente a través de secuencias de foto fija y otros dispositivos narrativos más experimentales, buscando diversas maneras de relacionarse  y retratar a un grupo de mujeres poderosas e invisibilizadas. También me encuentro en el proceso de documentar la vida de mi tía, la cineasta francesa Nelly Kaplan, mostrando la paradoja entre su vida pública y su importancia en la historia del cine francés, así como el lugar que ella tuvo en el contexto familiar.

 

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